ya no me beses

La luz de la pileta los iluminaba de una forma tenue, mientras unos pequeños chorros circulares caían sobre la poza de agua, pues las boquillas principales solo se activaban cada cierto tiempo.

Él le tomo la mano y se acerco a ella para besarla.

Ella bajo la cabeza y sin mirarlo le dijo: por favor ya no me beses.

Él la miro extrañado y no supo que decir…

Ella agrego: es que me está gustando demasiado…

Por unos instantes solo se escucho el sonido del agua cayendo sobre la poza y los gritos lejanos de unos niños jugando, él la miraba confundido.

Ella solo susurro: y tengo miedo…

Sus cuerpos se entrelazaron en un abrazo mientras ella recostaba su cabeza sobre el pecho de él, la pileta lanzo furiosamente sus chorros principales, llenando el ambiente de gotas de agua que salpicaban luces multicolores, pero ninguno de los dos pudo percatarse de ello.