viernes, 26 de febrero de 2010

Capitulo VI - Autoexilio

Einsam partió hacia las montañas, era conciente que no había muchas manadas en ellas, pues los lobos no solían vivir en zonas demasiado altas, por tanto era poco probable que se cruzara con alguna. Únicamente deseaba estar solo durante un buen tiempo y hacer su camino, anduvo durante varias lunas de un lado a otro, algunas veces mal, otras bien, y aunque no lo deseaba, se encontraba con viejos amigos y algunas manadas de lobos con las cuales cazaba un tiempo pero al final siempre se apartaba de ellos; sentía que no podía quedarse en un solo lugar y no deseaba unirse a ninguna manada nuevamente pues no iba aceptar fallar otra vez.

Luego de transitar un buen tiempo entre las montañas las llegó a cruzar y conoció los límites de la selva sin fin, un lugar habitado por criaturas que jamás había conocido. Ahí conoció a Slang la serpiente, pacienciosa y sensitiva, que estudia a su presa antes de atacarla, ella le explico que antes de aprender a conocer a los demás debes aprender a conocerte a ti mismo. Fueron aliados durante un tiempo pero Einsam partió nuevamente, pues Slang también era un cazador solitario al igual que él; de Rot, la rata de los bosques aprendió que aunque un ser parezca frágil, todos poseen una fortaleza interior, todos aunque no lo sepamos tenemos ese darma que tanto buscaba Einsam, desde el ser más pequeño hasta los más grandes. Einsam trataba de aprender todo lo posible de cada uno de aquellos con los que se cruzaba por alguna circunstancia; una vez se cruzó con Vark el cerdo salvaje, quien le enseñó que puedes ser orgulloso de lo que eres pero nunca debes dejarte llevar por la arrogancia, lamentablemente a pesar de que Einsam trató de entender lo que le decía Vark, nunca le cayó muy bien así que se apartó de él.

Einsam recorría muchos lugares yendo de un sitio para otro, tratando de calmar sus demonios, en las noches de luna llena luego de beber agua de algún vado de río o alguna laguna solía subir a una colina y aullar su historia. A pesar de todo el tiempo que había pasado, Eisam no lograba perdonarse lo que había perpetrado la noche de la lucha con los perros duiwels y el daño que había causado; inclusive en algunas ocasiones, se preguntaba si en verdad no sería uno de ellos.

Una noche de primavera, Einsam decidió ir a unas tierras más bajas, descendió y se encontró con Eisbar, un gran lobo blanco, era de una manada vecina a la manada de los lobos de las colinas amarillas, se habían conocido mientras el gran Oso Pardo les enseñaba las leyes de la selva; pues el oso se encargaba de darle sus conocimientos a todos los cachorros de las diferentes manadas. Eisbar estaba cazando unos ciervos hacía varios días en compañía de Murrisch y Sorglos. En los tiempos de las colinas amarillas cuando Einsam solía separarse de su manada, había cazado con ellos en algunas ocasiones y además Murrisch lo había ayudado alguna vez en las montañas, se les unió y capturaron a un viejo ciervo con el cual tendrían alimento para varios días. Las leyes de la selva les decían a los cazadores que cuando eligieran una presa debían buscar a los integrantes de los rebaños más viejos o enfermos, para que de esa forma los miembros jóvenes y fuertes pudieran seguir viviendo y cumplir su ciclo de vida, de igual forma cuando un cazador ya no podía cazar una presa, sólo le restaba esperar el momento en que el gran espíritu lo condujera a la tundra eterna donde todos los seres convivían en forma pacífica o a la selva de la noche sin fin, donde aquellos que habían cazado por el placer de la sangre eran guiados para luchar en una cacería interminable uno contra otro.

Luego de descansar unos días Eisbar le conto a Einsam que ellos también habían dejado su manada original para ir a nuevos territorios de caza, los tres estaban viviendo en las tierras de Tuin con la Manada de los Grandes Sauces, una manada nueva, pero las tierras de Tuin conformaban una zona amplia y muchas otras manadas de lobos estaban ahí se cobijaban, había espacio para todos. Eisbar le propuso unirse a ellos, antes debía pasar una prueba, pero a criterio de Eisbar, eso no sería problema para él.

Einsam, dijo que lo pensaría. Eisbar había sido un buen compañero siempre, las manadas de las que ambos venían se conocían hacía mucho tiempo, inclusive desde antes que ellos dos nacieran, sabía que podía confiar en él, y tal vez el momento de unirse nuevamente a una manada había llegado, pero no se sintió seguro de dar una respuesta.

Al despedirse, Murrisch gruñendo como siempre, le dijo: no puedes culparte y amargarte toda la vida por haber fallado una noche.
Einsam, los observó partir, para luego seguir su camino…


Ves el desierto no hay como escapar, fiesta de cuervos arenas y sal...

Lleva el infierno ardiendo por dentro, buscando el cielo entre ruinas y huesos...

Síguete hundiendo sin saber porque, siguete hundiendo aun queriendo volver...

Viejo guerrero levantate en paz, tal vez la muerte nos viene a buscar...

Continuara...

viernes, 19 de febrero de 2010

Capitulo V - Decisiones

Eisam y Lippen no volvieron a cazar juntos, la siguiente noche de luna llena los sobrevivientes de la manada se reunieron en la gran roca a rendir homenaje a los caídos, sobre todo al valeroso Leiter que había muerto en la tercera oleada, luego luchar ferozmente con Vernich el líder de la jauría. Muchos viejos lobos habían sangrado hasta morir esa noche; de los que sobrevivieron, Emsig fue elegido como el nuevo líder de la manada.

Después del conclave en la gran roca, la mayoría de la manada permaneció descansando en las colinas, un ciclo de paz se iniciaba. Sin embargo Einsam no se sentía a gusto, muchos lobos comentaban su imprudencia y decían que tenía el espíritu anárquico de un duiwel. Se rumoreaba que Einsam luchaba no por alimento sino por el puro placer de la sangre.

Einsam sentía que le había fallado a su manada y a las leyes sacras de la selva. Con su furor en la lucha no sólo había provocado que lo hieran en la batalla sino también que sus compañeros sigan la misma suerte, sobretodo a Lippen; debido a todo eso, ya no se sentía digno de seguir con la manada.

Todo el tiempo que permaneció en las colinas amarillas permaneció taciturno y pensativo, unos días luego de la reunión, en la gran roca, se acercó a Emsig, pidiéndole su consentimiento para abandonar la manada, sentía que ya no era parte de ella pues, desde hacía algunos días ya no sabía cuál era su darma, sentía que había perdido la brújula que lo dirigía hacia su misión en esta vida y que debía encontrarla en algún otro espacio, sentía que debía salir a buscarla o morir en el intento.

Recuerdo cuando fuiste a tu primera clase ante el Gran Oso Pardo – dijo Emsig - te sentaste adelante de todos y lo escuchaste atentamente, seguiste haciendo lo mismo cada vez que ibas ante él. A pesar de que siempre fuiste impulsivo, cuando ocurría algo entre tus compañeros, solías citar las leyes y poner la calma entre ellos, siempre te gusto liderarlos. Debido a ello pedí a Leiter que te asignaran un grupo de lobeznos junto con Geliebte. Es cierto que cometiste un error en la batalla, pero esta es tu manada, a ella perteneces y en ella debes quedarte hasta morir – continuó Emsig mientras meneaba la cabeza desaprobando lo que pedía Einsam.

Indigno ahora soy de pertenecer a la manada, no puedo seguir aquí, debo irme – Replicó perturbado Einsam.

Antiguamente los lobos no teníamos leyes, nadie en la selva las tenía, en ocasiones competíamos entre nosotros por demostrar quién era el mejor, eso traía consecuencias pues cazábamos sin discriminación y Anarquía, si bien es cierto nunca fuimos como los duiwels…¡Los duiwels son escoria! Nosotros no somos como ellos – Gruño Einsam.

Uhm, cuidado con tus palabras Einsam, veo mucho orgullo en ellas – Emsig miraba fijamente a Einsam quien sólo atino a bajar la mirada.

Nosotros somos lobos, respetamos las leyes, cazamos únicamente para alimentarnos y respetamos el ciclo natural de vida, mientras que los duiwels atacan y matan sin restricción, siempre los he odiado y despreciado por eso – replico Einsam.

¿Porque tanto desprecio? Todo lo que dices acerca de los duiwels es cierto pero el tener esos sentimientos hacia ellos es lo que ha hecho que te comportes de esa manera abyecta en la batalla.
Cuando vivíamos sin leyes, los lobos hicimos también mucho daño a otros seres, cuentan los ancestros que una noche varios cazadores se encontraron con un gran toro, para demostrar quién era el mejor, se lanzaron a su cacería a pesar de que no necesitaban alimento, en la lucha con el toro varios terminaron muy heridos y algunos muertos, cuando Urbild el primer gran jefe de la manada estaba a punto de matarlo, el gran espíritu se apareció súbitamente y le preguntó que ganaría haciéndolo, Urbild le respondió que demostraría que era el mejor cazador.

El gran espíritu lo miro y le pregunto: ¿A quién se lo vas a demostrar? Mira alrededor tuyo. Urbild sólo vio lobos muertos o tirados en la tierra mal heridos. Ese día el Gran Espíritu le encargó formar la manada original y les enseñó a los lobos las leyes de la selva. Les enseñó a respetar a los demás seres vivos, les enseñó que podían ser cazadores que sólo mataban por alimento o por proteger sus vidas Podría seguir nombrando las otras leyes pero tú ya las sabes, ¿o me equivoco?

No, no te equivocas, conozco las leyes de la selva y toda mi vida he tratados de cumplirlas, los Lobos de las Colinas Amarillas siempre las respetamos, por eso siempre me he sentido orgulloso de pertenecer a esta manada– respondió Einsam levantando orgullosamente la cabeza por primera vez desde que había iniciado la conversación con Emsig.

Lo sé, siempre has sido un buen lobo dentro de la manada pero me preocupa esa soberbia que demuestras sobretodo cuando hablas de los duiwels. De cualquier forma quiero ofrecerte esto: Necesitamos tutores que ayuden a formar a los lobeznos; varios viejos lobos han muerto, necesitamos lobos que les sirvan de ejemplo, contaba contigo como cabeza del equipo ¿Quieres abandonar a tus lobeznos ahora que más te necesitan? - Emsig lo miraba fijamente a los ojos como si tratara de descubrir lo que estaba pasando por su mente.

Ese es el punto, los lobos respetamos las leyes de la selva y a nuestros hermanos, luego de lo que hice en la noche de los perros duiwels yo ya no soy un buen ejemplo para ellos, no puedo aceptar tu ofrecimiento, gracias, pero debo marcharme – Gruño Einsam bajando nuevamente la cabeza.

Sigue habiendo ego en tu respuesta, ningún ser vivo es perfecto y todos podemos equivocarnos. Nuestros errores son como el agua que pulen la piedra que somos quitando nuestras imperfecciones o que puede hundirnos en el fango. Nuestros errores siempre serán una forma de aprender nuevas lecciones pero tal parece que no quisieras aprender nada de todo esto y prefirieras dejarte hundir en el fango - Lo espeto Emsig.

Vine a pedir tu consentimiento por que no quiero abandonar la manada sin que tu lo sepas, es lo que nos dictan los códigos de la manada, el lobo nacido en la manada y que quiera marcharse de ella debe pedirle permiso al líder; pero si no me das ese permiso, de igual forma me marcharé – La voz de Einsam sonaba extraña a los oídos de Emsig, lo había conocido desde que era un cachorro sin embargo algo había pasado dentro de él que ya no podía decir si era el mismo lobo que el había ayudado a formar.

Tu decisión estaba tomada antes de hablar conmigo y a pesar de que sabes que si yo no te doy el permiso no podrías irte, no veo muchas ganas en ti de quedarte. Tampoco deseo retenerte en contra de voluntad, ve entonces, espero que halles tu misión en esta vida y la calma que siento necesitas – Emsig miraba hacia la luna como buscando el consejo del gran espíritu - ¿Qué pasara con Lippen?

Ya no hemos salido a cazar juntos, ni desea hablar conmigo, no la culpo, los duiwels le hicieron mucho daño por mi culpa – la voz de Einsam parecía quebrarse al hablar de ella.

Aun estás débil por el enfrenamiento, quédate un tiempo con nosotros hasta que puedas emprender tu viaje – le solicito Emsig

Mañana me iré – Respondió Einsam levantándose rápidamente a pesar de sus agudas laceraciones.

Que el gran espíritu te acompañe en tu travesía – Aulló Emsig mientras miraba alejarse a Einsam.

Al amanecer Geliebte lo acompañó hasta los límites del territorio de la manada, al llegar al río que separaba la tierra de los lobos de las colinas amarillas con las montañas Einsam partió. Los aullidos lastimeros de Geliebte lo despidieron.


Querido barrio no me pidas volver, en mi refugio estoy bien…

El mundo me beso y me enseño el dolor y ahora alejado, lo observo y no puedo pensar en volver…

continuara...

viernes, 12 de febrero de 2010

Einsam: Capitulo IV - La caida

Al escuchar a Schwatzer los duiwels que habían atacado el santuario enmudecieron por unos segundos, estaban tratando de agruparse para atacar nuevamente pero al oír el grito alegre de Schwatzer, una parte de ellos emprendieron la retirada, otros se quedaron provocando a los lobos a salir a la batalla.

Hoffart, empezó a lanzar un discurso a sus compañeros: miren a los orgullosos lobos, se dicen unos valientes cazadores, pero sin embargo no son capaces de luchar fuera de su sucia madriguera, solo son unos cobardes, incapaces de sentir y vivir una lucha de verdad. El resto de duiwels reían en las sombras, dos duiwels mas envalentonados por su jefe se pusieron a su lado, Grimm y Wucht, el primero pequeño y rabioso ladraba insistentemente, el segundo grande y fuerte, llevaba entre sus fauces los restos de uno de los lobos que había matado.

A pesar del pedido de Ruhe, Einsam se lanzo enfurecido contra los duiwels al ver el espectáculo, Lippen corrió tras él pidiéndole que se detuviera, lamentablemente cayeron en una trampa, Grimm se lanzo furiosamente sobre la cabeza de Einsam cegandolo, Hoffart reía endemoniadamente mientras se sumaba al ataque de Grimm y Wucht se lanzo sobre Lippen, derrumbándola, mientras de las sombras mas duiwels salieron a sumarse al ataque.

Einsam trato de luchar contra ambos pero perdió el conocimiento mientras veía a Lippen caer al suelo bajo el ataque de Wucht; despertó días después mal herido, Geliebte una loba que lo había ayudado a instruir a los lobeznos, estaba con él, durante un momento no supo donde estaba, luego pregunto por Lippen.

-Ella está afuera- Le respondió Geliebte

Einsam salió a verla Lippen estaba tendida en el suelo y malherida, tenía cicatrices en su cabeza y en el lomo, al verla Einsam enmudeció y se acerco a ella.

Esto me lo hicieron los duiwels por protegerte, con tu arrogancia y tus ganas de luchar sin control te has comportado como uno de ellos – La mirada de Lippen era de pena y de furia mezclada.


Use all your well-learned politesse
Or I'll lay your soul to waste...


Lo siento - respondió Eisam cabizbajo.

Si no hubiera sido por Ehrlich, que te ayudo contra Grimm y Hoffart, te hubieran matado. Ruhe y Klug tuvieron que dar la orden para que nuestros compañeros nos ayuden, muchos salieron heridos por tu afán de pelea, además pusimos en peligro el santuario por ti, por momentos te comportas como si no fueras un lobo y estuvieras destinado a terminar en la selva de la noche sin fin – Lippen miro con furia a Einsam al pronunciar esas palabras, luego de unos segundos de silencio, se fue.

Einsam se quedo callado sin poder decir nada, sintio perder la cabeza tras las palabras de Lippen y se pregunto si ella no tendria razon y su destino seria el que le avizoraba Lippen, no pudo hacer mas nada que observarla al partir.

continuara...

viernes, 5 de febrero de 2010

Einsam: Capitulo III - La batalla contra los duiwels

La primera oleada de duiwels ataco la entrada a la gran roca, Leiter dirigió a la manada con sabiduría y valentía, los duiwels fueron rechazados, los vigías desde las rocas altas les contaban a los lobos del sector oeste como se desarrollaba la batalla, sin embargo los duiwels eran cientos, durante la segunda oleada los lobos resistieron y los hicieron huir nuevamente, sin embargo el cansancio de las dos peleas había hecho mella en los lobos, muchos viejos cazadores yacían muertos o agonizantes en el suelo, algunos eran arrastrados por los duiwels para ser destrozados por la jauría, los sobrevivientes lucían cansados.

Einsem aulló encolerizado, Leiter no resistirá otro ataque, debemos ayudarlos.

Los perros Duiwels son traicioneros, no debemos movernos de aquí, nuestra misión es proteger a los cachorros, si algo les llega a pasar el futuro de la manada puede comprometerse – le respondió Ruhe.

Schwatzer, uno de los vigías, aulló: los Duiwels se preparan para la tercera oleada.

Los lobos del sector Oeste se miraron sin saber que hacer.

Esperen! el gran Oso Pardo está al lado de Leiter! Los aliados de la manada acaban de llegar. Los lobos aullaron de alegría.

De pronto un Duiwel cayó sobre Schwatzer, tirándolo al suelo.

Lobos prepárense para la lucha! - grito Ruhe.

Preocupados por cómo les iba sus compañeros en la entrada de la gran roca, no se habían percatado de un grupo de Duiwels que se había acercado escondidos entre los árboles y habían caído sorpresivamente sobre Einsam y sus compañeros. Al frente de este grupo de perros duiwels, venia Hoffart, un macho grande y altanero, los lobos fueron tomados por sorpresa, pero se repusieron gracias a Ruhe y Klug que supieron reorganizarlos para resistir el ataque, Einsam perdió de vista a Lippen durante la pelea, sin embargo mientras destrozaba el cuello de un duiwel alcanzo a verla rodeada por dos duiwels. Corrió a ayudarla, lanzándose sobre unos de ellos, ella se encargo del otro. Luego de unos minutos de lucha y polvo, los Duiwels huyeron, habían perdido el factor sorpresa y no habían esperado esa resistencia de parte de los lobos. En el campo de batalla solo quedaron en pie los lobos sudorosos y cansados en la entrada al santuario.

Al verlos huir Einsam quiso lanzarse tras ellos para aniquilarlos, sin embargo Ruhe lo retuvo.
-Tenemos la fuerza para rechazarlos mas no para atacarlos, además si los perseguimos nos meteremos en su terreno y no sabemos si hay más de esos duiwels entre los árboles.

Einsam gruño furioso.
- Debemos acabarlos de una vez por todas!
De pronto Schwatzer mal herido por el duiwel que le había caído encima, pero vivo, grito: la tercera oleada fue rechazada, los duiwels se van, hemos vencido!!!

Welcome to the jungle, we take it day by day…

If you want it youre gonna bleed, but its the price you pay…




continuara...