viernes, 22 de enero de 2010

Einsam: Capitulo I - Origenes

Einsam, llevaba varios días caminando sin rumbo, a pesar de que la fiebre y las muchas noches sin dormir, lo habían debilitado, lo que sentía más débil era su espíritu, desde las primeras lunas en que había decidido dejar su manada no se había sentido así, muchas lunas habían pasado desde entonces, pero nuevamente sentía la debilidad correr por su cuerpo, la noche era de luna llena, sin embargo la neblina bajaba espesa desde las montañas y no lo dejaba ver nada, nada que no fueran sus fantasmas…

Einsam había nacido como parte de la manada de las colinas amarillas, un clan antiguo y respetuoso de las leyes de la selva y nunca mataba a ningún ser vivo más que por necesidad, un gran Oso Pardo le había enseñado a él y sus compañeros cada una de las leyes de la selva y que debían hacer para respetarlas. Había crecido orgulloso de su clan, sin embargo, desde que empezó a hacer sus primeras incursiones en la selva junto al resto de jóvenes lobos, solía separarse de ellos y cazar solo.


En ocasiones a las tierras de la manada llegaban otros lobos, algunos de ellos se quedaban con la manada, otros cazaban un tiempo con ella y luego proseguían su viaje por el mundo, Einsam los miraba partir y muchas veces pensó en irse también. Un día llego a la manada una joven loba; Lippen, venia de tierras lejanas, pero se sintió a gusto en la manada ni bien llego, Einsam solía ir a cazar con ella y cuando no sentían la necesidad de la caza, solían correr por el bosque jugando alegremente. Una noche de verano, Lippen dio a luz un único cachorro, al que llamaron Mensch, Einsam al verlo se sintió emocionado y se prometió a si mismo que haría de él, el mejor cazador de la manada, sin embargo Mensch había nacido débil y murió a las pocas semanas, Einsam aulló a la luz de la luna esa noche, pidiéndole a la madre tierra que le devuelva al cachorro perdido, sin embargo el ciclo de la vida no puede ser cambiado por más que nos duela…

Einsam y Lippen siguieron su vida juntos cazando con el resto de la manada y Einsam no pensó mas en irse de las colinas amarillas, inclusive Leiter, el jefe de la manada le asigno al grupo de tutores que se encargaba de darles a los lobeznos sus primeras enseñanzas. La vida siguió su curso hasta que un día llegó la noticia que una manada de perros duiwels se acercaba a las colinas amarillas, todos los lobos de la manada fueron convocados alrededor de la gran roca para decidir que harían, la retirada era imposible, pues los las madres con cachorros recién nacidos y los lobeznos jamás correrían lo suficiente como para llegar a un territorio donde pudieran guarecerse. Einsam era de los que pensaban desde un principio en luchar contra ellos, los consideraba indignos y sucios, un lobo jamás debía huir de ellos, sino enfrentarlos y matarlos.

continuara...

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