viernes, 5 de marzo de 2010

Capitulo VII - La prueba

Durante varias lunas, Einsam meditó acerca de la propuesta de Eisbar y las palabras de Murrisch. Una noche, sin darse cuenta, había iniciado el camino a las tierras de Tuin, luego de varios días de camino llego a una colina desde la cual divisaba el valle en su máxima extensión.

Te estaba esperando – le dijo Eisbar, mientras salía de detrás de unos matorrales - te reconocí hace un par de horas bajando por el camino a las montañas, ese caminar que tienes nunca lo olvido – mientras decía eso, Eisbar lo miraba sonriente.

Creo que me conoces más de lo que pensaba – respondió un poco sorprendido Einsam mientras trataba de esbozar una pequeña sonrisa, no sabía por qué, pero el estar nuevamente en una zona de manadas, le traía cierta nostalgia.

Las tierras de Tuin son grandes, mi manada es la de los Lobos de los Grandes Sauces; vivimos en paz con el resto de manadas que habitan las tierras de Tuin, pero han empezado a llegar otros carnívoros y no todos respetan las leyes de la selva, inclusive algunos lobos entre ellos, por eso, para ser aceptado en la manada deberás pasar una prueba. Sígueme, te presentare ante Lungo, nuestro líder.

Está bien, ¿Qué clase de prueba debo realizar? – respondió Einsam, mientras echaba una última mirada a las montañas que tanto tiempo habían sido su hogar.
No te preocupes por eso, la pasarás, para ti no va a ser nada del otro mundo – Le dijo Eisbar mientras echaba a correr colina abajo. Einsam lo siguió aun un poco dudoso de si se adaptaría nuevamente a una manada.

Lungo era un lobo no tan viejo pero en las tierras de Tuin decían que era uno de los mejores cazadores, había venido de tierras muy lejanas y conocía de muchas cosas, cuando Einsam acudió ante él se sintió como el día en que siendo un cachorro fue presentado ante el gran consejo de la roca.

Cuéntame acerca de los lugares que has recorrido – le pidió Lungo a Einsam mientras parecía evaluarlo.

Vengo de la zona norte de las montañas, estuve varias lunas recorriéndolas, llegué hasta los límites de la selva sin fin y me adentré en ella durante otras lunas más… - Einsam le contó acerca de su travesía, los lugares que había conocido y las muchas cosas que había hecho. Lungo lo miró con unos ojos penetrantes que parecían escudriñar lo más profundo del espíritu de Einsam y decidió aceptarlo a prueba.

¿Cómo te fue? – le pregunto Eisbar al salir del cubil de Lungo.

Estoy a prueba – Respondió Einsam, aun un poco nervioso después de hablar con Lungo.

Tu comportamiento va a ser observado de manera permanente en la manada, hasta que se decida que estás preparado para pasar la prueba de aceptación - Le explico Eisbar - En ella deberás demostrar que eres confiable para la manada, solo cuando logres eso, serás aceptado como uno de nosotros. Muchos no hemos nacido en esta manada, pero si demostramos que somos dignos de confianza para ella tenemos los mismos derechos que cualquier otro lobo de la manada. La confianza y la unión con cada uno de los miembros de la manada es nuestra fuerza, hace que actuemos como uno y nos hace enfrentar de manera más armónica cualquier peligro que aparezca…

Einsam trataba de asimilar todo lo que Eisbar le decía para adaptarse a la manada, además de Murrisch y Sorglos, habían varios lobos que él había conocido cuando era un cachorro, todos habían dejado sus manadas originales al crecer y habían terminado en las tierras de Tuin. Cada vez más frecuentemente llegaban nuevos lobos y pedían ser aceptados en las diferentes manadas que ahí habitaban, algunas manadas simplemente aceptaban a todo el que llegara, pero otras como la de los lobos de los grandes sauces, los colocaban a prueba al igual que Einsam luego de entrevistarse con Lungo.

Un día, Lungo convocó a todos los aspirantes; debían ir de cacería a las tierras del norte en compañía de tres observadores, era un grupo de lobos que apenas se conocían, pero debían ser capaces de coordinarse y organizarse para poder conseguir alimento y demostrar en el camino que podían respetar las leyes de la selva.

A Einsam el grupo le dio el encargo de escoltarlo, como un vigía y explorador, debería mantenerse alerta y avisar a sus compañeros de los peligros que pudieran encontrar en el camino, además de buscar un buen rebaño para la caza, los observadores evaluarían las acciones de cada uno de los lobos y al finalizar la cacería ellos dirían quienes estaban listos para ser aceptados en la manada, Einsam debía demostrar que era capaz de cumplir con aquello que se le encargaba.

El viaje fue largo y agotador, a pesar de eso Einsam empezó a sentirse a gusto de trabajar para un equipo nuevamente, le agradaba ir al frente del grupo buscando las rutas y las presas, pues era una labor en la cual podía estar solo un buen rato y pensar en sus cosas. A pesar de lo bien que se sentía, en las noches mientras trataba de descansar, Einsam recordaba la noche de la lucha contra los perros duiwels y sentía temor de volver a caer. En realidad jamás hubiera vuelto a ninguna manada de no haber sido por Eisbar y Murrisch, ambos eran viejos amigos desde los memorables tiempos del Oso Pardo, inclusive cuando había iniciado su viaje al alejarse de la manada se había encontrado con Murrisch en las montañas y cazaron juntos durante un tiempo, por ello sabía que podía confiar en ellos, ahora era su turno para demostrar que era digno de confianza en esta nueva manada.

Una noche en la que Einsam no pudo dormir se adelantó al grupo so pretexto de explorar, se encontró con Schak, una especie de perro pequeño que únicamente salía de cacería nocturna por miedo a los depredadores más grandes que ellos.

Saludos, valiente cazador – le dijo Schak sumisamente.

Conozco a los de tu clase, que quieres conmigo nocturno cobarde – respondió Einsam sin detenerse a mirarlo.

No deseo nada de vuestra merced, lo que sucede es que hace un rato vi unas presas que le podrían interesar a un gran cazador como usted – susurro Schak, mientras trotaba detrás de Einsam.

¿Y que te hace pensar que seguiría tus consejos? – Einsam estaba empezando a sentirse incomodo con la presencia de Schak.

Nada mi señor, pero una buena presa siempre es bienvenida para todo experto cazador, yo lo hubiera cazado, pero como usted sabe, los de mi clase sólo podemos cazar presas acorde a nuestro tamaño – Schak sabia ser adulón y empezó a envolver a Einsam, después de todo si era un rebaño que valiera la pena sería la perfecta oportunidad para alimentarse una vez que el grupo despertara.

Enséñame las presas que has visto – dijo finalmente Einsam.

Yo lo guiare mi señor – respondió el sibilino Schack.

Einsam siguió a Schack sin estar muy convencido, luego de unos minutos llegaron a una zona de juncos – más adelante en un claro, encontrará sus presas mi señor – Einsam se adelantó con sigilo, pudo ver a un joven cierva, limpiando a su cría recién nacida, sabía que si la cierva lo veía podría huir dejando a su cría pues solían ser criaturas asustadizas, además probablemente estaría perdida pues no veía ni siquiera a su compañero a su lado – Einsam regreso sin hacer ningún ruido.

¿Qué pasa mi señor, no le agrado la presa que le enseñe? – pregunto intrigado Schack.

Acaba de ser madre, si la mato a ella su cría morirá también – respondió Einsam.

No os preocupéis por la cría mi señor, yo me hare cargo de ella. Como le dije, los de mi clase únicamente podemos cazar presas de nuestro propio tamaño – susurro Schack sonriente.

Perro inmundo – grito Einsam, mientras se lanzaba sobre el cuello de Schack, éste a pesar de ser pequeño era bastante rápido, pero al esquivar el ataque de Einsam no pudo evitar caer al suelo. Einsam poso sus patas delanteras sobre él, sintió el odio correr por sus venas y lanzo una mirada casi asesina sobre Schack dispuesto a matarlo.

Piedad mi señor, ¡Piedad por favor! – aulló Schack rogando por su vida.

Einsam cogió a Schack del cuello y lo lanzo lejos de él - Lárgate y no vuelvas por acá – le dijo, mientras se daba media vuelta en dirección al claro. Permaneció oculto entre los juncos esperando que la cierva pudiera llevarse a su cría al amanecer, luego que se fueron, se retiró.

La travesía demoró varias lunas, al final de ella, el grupo regreso a las tierras de Tuin. Los observadores no aceptaron a todos los lobos, cuando tocó el turno de Einsam, fue llamado para ser colocado en el centro del consejo

Es un buen cazador, sabe cumplir con lo que se le encarga pero no está listo para ser parte de la manada – dijo Antik, el mayor de los tres observadores – hay algo dentro de él que lo lleva fuera de la manada y no le permitirá jamás ser parte de ningún grupo, además ya no es un lobo joven así que no creo que pueda aprender a controlar ese impulso que algún día lo separará de la manada si lo aceptamos, corre sangre de un wontolla por sus venas.

Einsam agachó la cabeza al escuchar las palabras del viejo lobo, en cierta forma sabía que era cierto.

Un momento Antik – replico Einstig, el segundo observador – es cierto lo que dices, también he notado en él que tiende a cazar solo muchas veces, pero creo que será un buen elemento, a pesar de ya no ser un lobo joven, tiene buena disposición a aprender y escuchar ordenes, yo pienso que con el tiempo se asimilará a la manada.

Estoy de acuerdo con Einstig – dijo Greis, el tercer observador – además a pesar de esos impulsos que tiene, yo mismo he visto como sabe recordar y respetar las leyes de la selva a pesar de las circunstancias.

Einsam enrojeció al darse cuenta que los observadores habían estado vigilándolo durante su encuentro con Schack.

Mientras los observadores hablaban acerca de Einsam, Lungo lo observó detenidamente, luego que terminaron de exponer lo que pensaban de él, Lungo guardo silencio durante unos minutos pensando la decisión que tomaría luego de dirimir - Einsam serás aceptado como parte de la manada, sin embargo sólo serás en verdad uno de nosotros, cuando tu corazón aprenda a vivir dentro de ella y creo que deberás trabajar bastante en eso.

Eisbar y Murrisch aullaron contentos, Einsam ahora formaba parte de la manada de los Grandes Sauces de la Tierra de Tuin.

La siguiente noche de luna llena Einsam fue presentado oficialmente como integrante de la manada.


...y sigues aqui esperando tu vida. si depende solo de ti, si conoces bien la salida, si lo puedes elegir... dale mas fuerte, nada te puede parar, si sigues lo que sientes... dale mas fuerte...


Continuara...

No hay comentarios: