viernes, 6 de mayo de 2011

Un sueño...

Abro y los ojos y siento el cuarto a oscuras, adivino que ya amaneció pues por un hueco de la puerta se filtra un tímido rayo de luz. ¿Un hueco en la puerta? esos ladrones de mela deben haber hecho más destrozos de los que me he dado cuenta.

Deben ser poco mas de las 6 de la mañana y aun quiero dormir… de pronto te veo acostada a mi lado, te reconozco a pesar de estar espaldas a mí.

Pongo mi mano sobre tu hombro y tú giras lenta y somnolientamente mientras te acurrucas sobre las almohadas - Quiero dormir - es lo único que me dices mientras me miras con los ojos entrecerrados y apoyada en tu costado.

Está bien – te respondo, mientras me doy cuenta de que no sé cómo es que estas ahí, siento un vacio en la cabeza mientras reviso mi rutina de la noche anterior para saber en qué momento te abrí la puerta de la casa y te deje entrar a mi cuarto. No creo haber tomado tanto la noche anterior como para haber perdido la conciencia, dos chilcanos no hacen ese efecto. ¿o sí?

Whatever!!! Al final qué carajo importa como llegaste, estas aquí conmigo y de pronto me percato de que me estas mirando ya con tus dos ojos bien abiertos. Recuerdo que cuando te conocí, vi cierto temor y tristeza en ellos, siento tu miedo nuevamente, pero a pesar de eso me acerco ti. Te abrazo con temor y tú bajas la mirada mientras me recuerdas que debemos descansar.

Lo sé - te respondo.

En los siguientes segundos, el silencio solo es cortado por el ruido que hacen las sabanas mientras nos acercamos el uno al otro para darnos calor, para darnos un beso que aun a esta hora del día siento impregnando con su sabor mis labios, tu rostro se junta al mío y ya no me importa que esté pasando, solo quiero vivir este momento, mientras las caricias empiezan a acompañar el beso y tus manos se escurren por mi cuello.

De pronto suenan golpes en la puerta, nos levantamos con pocas ganas y mientras voy a abrir la puerta, tú te sientas frente a un espejo a colocarte maquillaje.

Aquí te espero – alcanzas a decirme sonriente, yo te devuelvo la sonrisa mientras te miro un poco extrañado, jamás he visto que te coloques maquillaje ¿o sí? Cuantas preguntas en la cabeza en tan poco tiempo.

El hueco de la puerta deja filtrar la luz de manera más potente, ¿Tanto tiempo ha pasado? Al abrir veo a un tipo uniformado – Señor debe retirarse con sus cosas inmediatamente – me espeta el tipo en forma imperativa.

Lo miro sin saber que decir, tiene cara de ser de esos a los que hasta en la primaria su profesora de aula olvidaba llamarlos al pasar lista. Cuando a uno de estos le dan un cargo por encima del resto y peor aún le ponen un uniforme, se transforman. Mejor hablarle bonito, además no quiero alterarme, solo deseo regresar contigo.

Disculpe ¿Podría explicarme de que se trata todo esto? nadie me ha dicho nada…
Señor, si usted no saca sus cosas, las sacare yo mismo, ¿entendido? – Aúlla el tipo.

Ya fue suficiente, a estos no sirve de nada tratarlos como gente.

Mira huev… no sé quién te creas tú, pero si te atreves a tocar una sola de mis cosas te reviento – le respondo mientras me le acerco a pecharlo. El tipo retrocede un paso mientras se lleva la mano a la cintura, estiro la mano para cogerlo del cuello… y me despierto….

Mi respiración está agitada y mi corazón late a mil, poco a poco me sosiego mientras me recuesto sobre mi almohada, total es la primera vez que contigo sueño…

Te dire solo adios, no se cuanto hacia que no estaba bien, a veces buscás, a veces ganás y otras perdés...

Déjame, déjame que te toque la piel, déjame, déjame que yo te pueda ver...









Se que lo habia cerrado, pero me dio ganas de escribir algo nuevamente, supongo que aqui voy otra vez

1 comentario:

Rockbinho dijo...

Lo de un hueco en la puerta, creo que tiene que ver con una mala experiencia tuya hace varios dias atras, saludos y a seguir aullando.